Bolivia Verifica halló verdades, errores y evasivas en el primer debate presidencial
El análisis fue divulgado este martes y expone el uso estratégico de datos, las omisiones deliberadas y la necesidad de un voto informado antes del 17 de agosto. El próximo debate debería realizarse el 12 de agosto sobre temas académicos.
La primera sesión del Debate Presidencial 2025 dejó una estela de frases contundentes, otras sin sustento y algunas evasivas que marcaron el tono de la recta final de campaña. Bolivia Verifica analizó seis afirmaciones relevantes hechas por los candidatos y detectó desde verdades irrefutables hasta afirmaciones completamente falsas.
El debate se desarrolló el viernes 1 de agosto en el Hotel Radisson de Santa Cruz, con la participación de los ocho candidatos presidenciales. Fue organizado por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) y la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia (ANPB). La segunda parte está prevista para el 12 de agosto en La Paz y abordará exclusivamente el tema económico.
Los ejes del primer encuentro fueron democracia y justicia; derechos humanos; y medioambiente. En ese marco, Bolivia Verifica seleccionó seis afirmaciones de los postulantes para contrastarlas con datos oficiales y estudios técnicos.
Verdades que pesan
El candidato Pavel Aracena (ADN) acertó al afirmar que el país gasta casi lo mismo en la subvención de la harina que en el presupuesto del Órgano Judicial. Según datos oficiales, el subsidio supera los 1.000 millones de bolivianos, mientras que el presupuesto judicial para 2025 ronda los 1.054 millones.
También fue verificada como verdadera la afirmación del candidato Rodrigo Paz (PDC), quien aseguró que en los últimos 10 años Bolivia ha quemado una superficie equivalente a ocho veces el tamaño de Costa Rica o 14 veces el de Tarija. El Ministerio de Defensa reportó más de 49 millones de hectáreas afectadas por incendios entre 2015 y 2024.
Falsedades y verdades a medias
Jhonny Fernández (La Fuerza del Pueblo) sostuvo que vio en redes sociales una supuesta confesión del empresario Marcelo Claure sobre un “pacto secreto” con Samuel Doria Medina para controlar el litio. Bolivia Verifica calificó esa afirmación como falsa, al no hallar evidencia alguna en las cuentas oficiales de Claure.
Manfred Reyes Villa (UCS) presentó el proyecto Rositas como ejemplo de transición energética, pero esa iniciativa está paralizada desde hace años por cuestionamientos ambientales y judiciales. Su afirmación fue catalogada como engañosa.
Lo mismo ocurrió con Eduardo Del Castillo (MAS), quien se atribuyó la reducción de feminicidios durante su gestión como ministro. Si bien las cifras bajaron (de 113 a 81 entre 2020 y 2024), se considera una simplificación excesiva adjudicar ese avance solo a una gestión, cuando es resultado de múltiples esfuerzos institucionales y sociales.
Más grave fue la declaración de Andrónico Rodríguez (Alianza Popular), quien aseguró que “ni un boliviano salió de la pobreza” entre 1985 y 2005. Según informes del Banco Central de Bolivia, los indicadores de pobreza comenzaron a bajar desde 1996. La frase fue calificada como falsa.
Silencios significativos
Además de las frases verificadas, el análisis de Bolivia Verifica destacó la manera en que varios candidatos evadieron preguntas incómodas. Jorge Quiroga (PDC) evitó responder sobre las masacres de Senkata y Sacaba; Samuel Doria Medina (Unidad Nacional) no contestó cuando se le preguntó por la privatización del agua; Andrónico Rodríguez y Manfred Reyes Villa esquivaron cuestiones referidas a Evo Morales.
Estas evasivas muestran no solo estrategias de control discursivo, sino también la persistencia de temas sensibles en la memoria colectiva del electorado.
Próxima parada: economía
El segundo debate presidencial se realizará el 12 de agosto en la ciudad de La Paz y estará centrado exclusivamente en la economía, un tema crucial en medio de la escasez de dólares, el déficit fiscal y la caída de reservas. Se espera que en ese espacio se profundicen las propuestas y se contraste, nuevamente, la veracidad de los discursos.
Bolivia Verifica confirmó que seguirá con este ejercicio de contrastación para contribuir al voto informado. A fin de cuentas, la verdad también se juega en las urnas.