El procedimiento se realiza a través del enlace https://plataforma-ciudadana.oep.org.bo, donde el usuario deberá abrir una cuenta.
El primer debate se desarrollará en La Paz 15 días antes de la votación y el segundo tendrá lugar en Santa Cruz, a una semana de los comicios.
El vocal Gustavo Ávila pidió investigar las declaraciones de Ruth Nina y afirmó que ningún ciudadano puede estar por encima de la Constitución.
Tahuichi pidió que las nueve organizaciones políticas que firmen un acta de respeto a los resultados.
El encuentro, denominado “El Futuro Posible” se realizará el 17 de julio y abordará temas como institucionalidad, economía y el rol del sector privado.
El 16 de junio, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) había sorteado ante los delegados de 10 organizaciones políticas, entre ellas cinco partidos y cinco alianzas, la ubicación de aquellas en la papeleta de votación.
El primer debate presidencial sirvió más como una vitrina de confrontación política.
Los candidatos presidenciales de las organizaciones políticas Unidad, Libre, Alianza Fuerza del Pueblo, Movimiento Al Socialismo (MAS) y APB Súmate participaron del primer debate nacional rumbo a las elecciones generales, un encuentro cargado de expectativa, pero con escaso contenido en sus propuestas.
En el escenario de la Red Uno estuvieron cinco aspirantes a la Presidencia, Samuel Doria Medina, Jorge Tuto Quiroga y Manfred Reyes Villa, tres representantes de la oposición y dos del denominado bloque popular Jhonny Fernández y Eduardo del Castillo. Cada uno tuvo tres minutos para presentar sus propuestas económicas, aunque el formato rígido del debate limitó la profundidad de sus exposiciones.
Las rondas de interpelación entre candidatos contaron con tiempos muy reducidos, lo que impidió un verdadero intercambio de ideas. En lugar de un debate sustancial, el evento dejó una serie de ataques personales, ideas inconexas y alusiones al pasado político de los participantes, sin que se abordaran a fondo los temas centrales del país.
Uno de los puntos de tensión fue el intercambio entre Manfred Reyes Villa y Jhonny Fernández, cuando el primero le pidió que mostrara que él haya traído un modelo económico de afuera y lo presentara al país el documento y las firmas de los candidatos.
En alusión a esa pregunta, Fernández respondió: “ellos estuvieron en Boston” en “una reunión secreta y firmaron un documento”. Además, cuestionó la honestidad del candidato de APB Súmate.
“Si uno quiere ser presidente, tiene que ser honesto con el pueblo. Yo no recibo instrucciones ni recetas, mi candidatura no está financiada por nadie, ni nacional ni internacional”, señaló Fernández.
También lo increpó por estar fuera del país por 11 años y por supuestos acuerdos con el expresidente Evo Morales. Sin embargo, Reyes Villa le recordó que no tenía la protección de Evo Morales que “él tiene” y que incluso iba hacer un pacto con él. “Ibas a ser tu candidato a la presidencia, no es cierto, entonces yo no voy a estar de acuerdo nunca con el transfugio”.
El exministro de Gobierno Eduardo del Castillo fue otro de los que cruzó críticas. Esta vez con Jorge Tuto Quiroga, a quien le acusó de ser el responsable de la venta de las empresas estratégicas cuando era subsecretario del área económica en la década de 1990 y 1992 y, además, que los remató “a precio de gallina muerta”.
En su defensa, Quiroga le recordó que el candidato habló de “fósforo” cuando “no hay gas” por la destrucción del aparato productor en 20 años de gobierno del MAS.
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También hubo roces entre Del Castillo y Doria Medina. El candidato del MAS le recordó su rol cuando era ministro Planificación en 1992, el bajo salario básico de la época, el casi nulo crecimiento del país y el haber estado de aliado de la expresidenta Jeanine Áñez.
Doria Medina respondió y señaló que los recursos de la privatización se destinaron a salud y educación, y que su gestión trajo estabilidad económica. “Eduardo, realmente me imagino que no puedes dormir porque vas a ser quien entierre al MAS y por tanto debes leer muy poco porque mi gestión de ministro con el recurso, los recursos de la privatización se destinaron a educación, a salud para mejorar la situación del pueblo boliviano después de un proceso de estabilidad”.
Doria Medina también fue cuestionado por sus vínculos con Arturo Murillo, exministro de Gobierno de Jeanine Áñez, así como por haber sido candidato a la vicepresidencia en la fórmula encabezada por la exmandataria. Se le pidió que explicara su relación con ambos y no eludiera responsabilidades ni los vínculos políticos.
Ante los cuestionamientos del pasado, Quiroga pidió mirar para adelante y no por el retrovisor de los años 1998 y 2003.
El candidato de Libre también fue cuestionado si le iba a dar indulto a los sindicados de corrupción. Fernández le recordó que él fue indultado y se gastaron $us 50 millones para defender la soberanía del mar. “Aquí está la prueba, Evo contigo, sellando el acuerdo para el indulto que te dieron de todos los juicios que vos tenías”, le recordó.
El primer debate presidencial sirvió más como una vitrina de confrontación política que como un espacio para debatir propuestas concretas.
En plena época electoral, los candidatos interactúan más en las redes sociales.
El escenario electoral entra en su recta final, marcado por una batalla que ya no se libra únicamente en plazas ni en medios tradicionales, sino también, y de forma cada vez más intensa, en el terreno de las redes sociales.
Con las elecciones presidenciales fijadas para el próximo 17 de agosto, la presencia digital de los candidatos se ha convertido en un termómetro adicional para medir influencia, alcance y capacidad de convocatoria, sobre todo entre los votantes jóvenes.
Según datos recopilados hasta el 1 de julio de esta gestión, el empresario y político Samuel Doria Medina, quien se presentará como candidato por la alianza Unidad, lidera con comodidad la suma de seguidores en las cuatro plataformas analizadas: Facebook, X (antes Twitter), TikTok e Instagram. En total, acumula más de 1,47 millones de seguidores, destacando especialmente en TikTok, donde suma 540.000, y en Facebook, con 548.000 seguidores.
Se tomaron en cuenta esas cuatro redes sociales debido a que son las más utilizadas en el país, según un estudio de GlobalWebIndex, el cual señala que Facebook cuenta con 7,55 millones de usuarios, mientras TikTok “es la segunda red social más grande en Bolivia con 7.39 millones de usuarios a la fecha”. Bastante atrás se encuentra Instagram con 2,5 millones de usuarios y X apenas acumula 600.000, pero es un terreno donde se desenvuelven varios políticos. En total, más del 60% de la población usa redes sociales.
Volviendo al análisis. Doria Medina, quien ya fue candidato en tres oportunidades anteriores y es recordado como ministro de Planeamiento en los años 90, representa una de las voces más persistentes de la oposición. Además, en las últimas tres encuestas difundidas con autorización del Tribunal Supremo Electoral (TSE) figura como el candidato con mayor intención de voto en el país.
Su fuerte presencia digital puede explicarse en parte por su prolongada trayectoria y su experiencia empresarial, que le permite mantener equipos de comunicación robustos y un mayor financiamiento para publicidad, lo que consolida su imagen en redes.
Le sigue en influencia el presidente de la Cámara de Senadores, Andrónico Rodríguez, que representa un frente renovador de la izquierda política y los movimientos populares. Con un total de más de 758.000 seguidores, Rodríguez mantiene una buena audiencia en TikTok, donde suma 316.000 y Facebook, con 363.000.
Su estilo juvenil, el senador tiene 36 años, su relación directa con los sectores sociales y su imagen como sucesor político del expresidente Evo Morales, lo han posicionado como uno de los favoritos entre las nuevas generaciones, aunque en las últimas encuestas parece haberse estancado en tercer lugar en intención de voto.
El tercer lugar en seguidores lo ocupa el expresidente Jorge Tuto Quiroga, candidato por la alianza Libre, quien también mantiene una fuerte presencia en las redes con 554.000 seguidores, siendo X la plataforma donde tiene mayor influencia, 228.000, aunque su audiencia en Facebook y TikTok es claramente inferior a la de sus competidores directos.
Su estilo discursivo, orientado a la crítica del modelo económico del MAS y su permanente análisis geopolítico, lo mantienen relevante en ciertos sectores.
Según las últimas encuestas, Quiroga se mantiene en segunda posición en la intención de voto, por detrás de Doria Medina.
En cuarta posición, sorpresivamente, aparece el alcalde de Santa Cruz, Jhonny Fernández, quien ha logrado acumular 451.000 seguidores en total, destacando en TikTok con 277.000. Su aparición constante en plataformas cortas, videos de tono informal y transmisiones en vivo sobre su gestión municipal y propuestas explican buena parte de este fenómeno.
El candidato por la alianza La Fuerza del Pueblo se denomina a sí mismo como “tío Jhonny” en algunas de sus redes, mostrando siempre un estilo juvenil, lo que le permite llegar a las audiencias más jóvenes. Sin embargo, el alcalde ocupa uno de los últimos lugares en las encuestas sobre intención de voto para las próximas elecciones, lo que demuestra que no existe una relación proporcional entre la cantidad de seguidores y la popularidad o aceptación.
Quien también figura con fuerza es el alcalde de Cochabamba y líder de la agrupación APB-Súmate, Manfred Reyes Villa, que suma 448.000 seguidores entre todas sus redes, posicionándose principalmente en TikTok con 209.000.
Su experiencia política, que incluye pasadas candidaturas a la Presidencia, y su reaparición en la escena nacional en el año 2020, han capturado nuevamente la atención del electorado cochabambino, aunque en las encuestas nacionales Reyes Villa aparece siempre en la cuarta posición.
Más abajo en la tabla se encuentran figuras como Eva Copa, la joven alcaldesa de El Alto, quien tras romper con el Movimiento Al Socialismo (MAS) ha construido una identidad política propia, liderando el Movimiento de Renovación Nacional (Morena) con el que participará en las elecciones.
Con 301.000 seguidores en total, destaca en Facebook y TikTok, plataformas donde conecta con un electorado predominantemente urbano y joven, aunque su ausencia en X e Instagram le impide lograr una mayor proyección.
Por su parte, Eduardo del Castillo, exministro de Gobierno y uno de los hombres más fuertes del gabinete de Luis Arce, suma 313.000 seguidores. Su presencia en plataformas como Facebook y TikTok muestra que mantiene una línea de contacto con los jóvenes y sectores urbanos.
Debido a su juventud, también 36 años, es bastante activo en sus redes y su contenido coincide con los gustos e intereses de la juventud, aunque el hecho de ser candidato del MAS le pesa en la intención de voto, donde se sitúa en las últimas posiciones.
Finalmente, Rodrigo Paz Pereira, senador y exalcalde de Tarija, aparece con 129.000 seguidores. Su presencia es limitada en X e Instagram, pero más activa en TikTok, donde intenta transmitir mensajes breves sobre renovación y sus propuestas legislativas.
Aunque el número de seguidores no determina de manera directa la intención de voto, ofrece pistas sobre la capacidad de los candidatos para posicionarse en la agenda pública. El consultor y analista político Ricardo Paz explicó en La Razón que en algunos casos la imagen en redes puede jugar un rol positivo ya que logra que el candidato sea reconocido por la población. Sin embargo, señaló que uno no se debe guiar solo por que tan activo es un político en redes, sino también por la interacción y las reacciones que logra entre sus seguidores, pues es eso lo que le da mayor validez
El curso está dirigido a los fiscales que trabajarán mediante turnos permanentes antes, durante y después de las elecciones.