Activistas dicen que la pandemia del COVID-19 dejó más violencia y desempleo para las mujeres
Las activistas Lourdes Montero y Mónica Novillo coincidieron este jueves en que la pandemia del COVID-19 en Bolivia dejó más violencia y desempleo para las mujeres, por lo que consideran que es necesario generar soluciones estructurales desde la sociedad.
“La pandemia creo que ha sido un momento en el que se ha revelado en toda su crudeza la violencia contra las mujeres”, lamentó Montero, cientista social que participó en el programa de La Razón «Piedra, Papel y Tinta».
“Es como ver la punta de un iceberg cuando hablamos de feminicidio o violencia doméstica, solo vemos una pequeña punta de 113 casos de feminicidio y 40.000 denuncias de violencia física o doméstica, pero el iceberg es mucho más grande”, acotó la también columnista de La Razón.
Montero incidió en que en la pandemia existe un agotamiento físico y emocional de las mujeres por el incremento del trabajo dentro y fuera de los hogares.
“Hay una doble y triple jornada de las mujeres. Las mamás se han convertido en educadoras con sus pequeños y a la vez tienen que seguir generando ingresos, es una economía del cuidado porque las mujeres destinan una serie de actividades para cuidar la vida”, manifestó.
Según Novillo, directora ejecutiva de la Coordinadora de la Mujer, la pandemia dejó un masivo despido de mujeres especialmente la gastronomía y hotelería.
“Ha tenido un impacto directo en el empleo de las mujeres y la capacidad de generar recursos”, indicó.
Novillo acotó: “Hay grupos y sectores de mujeres que han quedado sin empleo, por ejemplo en el trabajo asalariado del hogar la cantidad de denuncias que se ha presentado en cuanto al periodo de cuarentena rígida sobre los despidos, justificados o no, pero en algunos casos en las peores condiciones, sin cubrir los beneficios de las trabajadoras del hogar”.
De acuerdo con Montero, un tercer componente contra las mujeres y su salud reproductiva tiene que ver con el crecimiento de partos sin la atención médica necesaria ya sea porque las mujeres no podían acceder a los centros de salud o por miedo.
Desde el punto de vista de Novillo, el tema del desempleo incide directamente en el “empobrecimiento de las mujeres”, lo que a su vez deriva en situaciones de violencia y hace necesaria una respuesta del Estado.
“Somos uno de los países más violento contra las mujeres. Es el único país con más muertes de mujeres por feminicidios que hombres asesinados en las calles”, apuntó Montero, que acotó: “Podemos ser tranquilos en la calle, pero dentro de nuestras casas somos bastante violentos”.
Según Novillo, actualmente se vive un periodo de violencia sexual contra niñas, adolescentes y mujeres, y que entre el 65% y 70% de los agresores son del entorno familiar. Asimismo, consideró que van apareciendo más formas de violencia hacia las mujeres a medida que éstas ocupan nuevos espacios.