Plantean reforma judicial con enfoque de derechos humanos
Plantean que la reforma judicial se constituya en una Política Pública de Estado, con enfoque de Derechos Humanos, y garantice la plena participación de la sociedad.
En el marco del “Primer Diálogo Interinstitucional para la Reforma Judicial”, que se desarrolla en la ciudad de Sucre (Chuquisaca) y ante la situación que atraviesa el actual sistema judicial boliviano, la Defensoría del Pueblo presentó una propuesta denominada “Reforma Judicial con Enfoque de Derechos Humanos”, en el que se plantean cambios estructurales en el sistema de justicia.
“Coincidimos con diversos sectores en que el sistema judicial atraviesa una profunda crisis que vulnera los derechos de miles de personas (…) presentamos la propuesta ‘Una reforma judicial con enfoque de Derechos Humanos’, orientada a consolidar una política de Estado que garantice acceso a la justicia para todas las personas, fortalezca la independencia judicial, adecúe el marco normativo, respete la diversidad cultural y promueva una justicia agroambiental efectiva”, publicó el Defensor del Pueblo, Pedro Callisaya, en sus redes sociales.
La necesidad de esta reforma se fundamenta en alarmantes diagnósticos internacionales: Bolivia ocupa el puesto 131 de 143 en el Índice del Estado de Derecho 2024 del World Justice Project (WJP), figura en los puestos 142 de 143 en justicia penal y 140 de 143 en justicia civil. Organismos como el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) señalaron consistentemente la falta de independencia judicial, el uso abusivo de la detención preventiva, la instrumentalización política de la justicia, la corrupción, el racismo y la discriminación.
En ese contexto, se subraya que la reforma debe anclarse en tres pilares fundamentales: Constituirse en una Política Pública de Estado para asegurar la continuidad de los lineamientos más allá de los cambios de gobierno, abandonando las reformas de “parche”; adoptar un Enfoque de Derechos Humanos para garantizar que todos los ciudadanos, especialmente las poblaciones en situación de vulnerabilidad, puedan ejercer sus derechos sin discriminación; y garantizar la Plena Participación de la Sociedad para la legitimidad y efectividad de la política criminal, permitiendo el control social sobre su diseño.
En cuanto a la Independencia y Transparencia Judicial, se plantea aumentar el presupuesto del sistema de justicia, implementar una Carrera Judicial transparente y meritocrática para acabar con la alta improvisación de jueces y fiscales, y debatir un nuevo sistema de selección de altas autoridades para mitigar la intervención del poder político.
Sobre las reformas normativas urgentes, se plantea reformar el sistema penal, construyendo una política criminal basada en derechos humanos que priorice medidas alternativas al encarcelamiento y reforme la aplicación de la detención preventiva, que afecta al 58.76% de la población penitenciaria.
Se recomienda también reformar la Ley N°1008 para despenalizar el narcomenudeo (delito que afecta al 45% de las mujeres privadas de libertad), modificar la Ley de Deslinde Jurisdiccional para asegurar la vigencia de la Justicia Indígena Originario Campesina, impulsar una nueva normativa Agroambiental que priorice la protección ambiental, modernizar la anacrónica Ley General del Trabajo (1942), y promulgar un Código Procesal Administrativo.
En la Modernización Tecnológica se propone continuar la digitalización de expedientes y regular de manera ética el uso de algoritmos e Inteligencia Artificial.