Identifican cinco factores en la problemática de la violencia contra las mujeres en Bolivia
Impunidad, dificultad en el acceso a la justicia, exposición pública, sociedad patriarcal y vigencia de discursos de “poder masculinizados”, son los costos de la violencia contra las mujeres en Bolivia.
“La violencia intrafamiliar es el delito más cometido en Bolivia, más que robo, estafa y estamos diciendo que las mujeres no estamos seguras en nuestras propias casas, que debería ser el lugar más seguro”, afirmó la directora general de Prevención y Eliminación de toda forma de Violencia en razón de Género y Generacionalidad del Ministerio de Justicia, Claudia Peña.
En el programa Piedra, Papel y Tinta de La Razón y Extra, la periodista Lucía Sauma afirmó que en los últimos años se pasó de considerar la violencia intrafamiliar contra las mujeres como tema privado a un asunto público.
La crónica roja es “exclusivamente” la muerte de una mujer a manos de su pareja “¿Hay un verdadero avance (en la luchar contra la violencia hacia las mujeres?”, cuestionó.
Para la politóloga Verónica Rocha, Bolivia está aún en una lucha de despatriarcalización con una cruzada feminista orientada a “desestructurar el sistema patriarcal”.
“Hay bastantes estrategias políticas que están sobrando y hay que ser mucho más audaz y tratar de dar un giro de tuerca; el feminismo es un movimiento político del siglo en la lucha patriarcal”, destacó.
Peña afirmó que el Ministerio de Justicia presentará en los próximos días un diagnóstico sobre la violencia contra las mujeres, cuyo problema mayor es la impunidad y la falta de acceso a la justicia por parte de las víctimas.
Según Peña, en el contexto de la lucha contra la violencia contra las mujeres los hombres deben descubrir su rol.
“No necesitamos que nos ayuden, ni que carguen la bandera, ni que vengan con nosotras a la marcha, nuestro espacio de lucha es la calle, la lucha cultural, ellos en sus grupos de pares deben estar contra los chistes machistas, contra el porno que se comparte en redes, necesitamos que se peleen con sus amigos, que exijan respeto a su compadre, a su padre, a sus hijos. En sus grupos de pares deben desafiar ese discurso de poder masculinizado donde los comentarios sexistas son parte de la subjetividad cotidiana de los hombres es una lucha cultural pendiente”, afirmó.
Bolivia sumó el fin de semana 32 feminicidios en lo que va del año. El último caso conmocionó a la ciudadanía por la violencia con la que actuó el autor contra su expareja cerca de un supermercado en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.
Rocha consideró que no está segura de que una mayor cantidad de sentencias a los autores de los feminicidios «pueda generar una inmediata reducción de violencia o subjetividades machistas».